domingo, 28 de abril de 2013

DÍAZ-GRANADOS


                                               FEDERICO DÍAZ-GRANADOS
                                                          COLOMBIA
                                                               1974

A MANERA DE POÉTICA

He amado el fútbol. He llorado al ver películas como La guerra de las galaxias. Cinema Paradiso, o Belleza Americana; He cantado a destiempo canciones de Calamaro, Morrison o Lennon y sin embargo sigo temiendo cada día por lo que debo dormir con la luz encendida.
Por esos pequeños sucesos,  esos pequeños asuntos que siempre me han asombrado y que de tanto repetirse se han vuelto hogareños y cotidianos es que escribo poesía.


Escribo poesía por esas tantas cosas que he amado, porque estoy enojado con algo del mundo que notadía no sé qué es, porque hago parodias equivocadas como un payaso callejero, porque sueño con inmensas bibliotecas y el puntual paso de las estaciones. Escribo por miedo y  convicción, por amor y desespero, escribo porque conocí la soledad y el hastío y porque no volví a marcar ese gol que se quedó detenido en mi infancia; además, porque gracias a la poesía me encontré en los silencios con esas palabras que se abandonaron en mis secretos y que me permitieron entender al viejo Homero, a Eduard Much, a Mark Twain, a Salinger, a Cat Stevens y al gran Neruda  para ser una mejor persona y porque supe, como en Cinema Paradiso, que no tendría un Alfredo que proyectara a diario mi vida ni que me regalara los mejores besos del cine mundial.




HOSPEDAJE DE PASO


Nunca he conocido a los inquilinos de mi vida.
No he sabido cuando salen, cuando entran,
en qué estación desconocida descansan sus miserias.
Las mujeres han salido de este cuerpo a los portazos
quejándose de mi tristeza,
en algunas temporadas se han quejado de humedad
de mucho frío, de algún extraño moho en la alacena.


Se marchan siempre sin pagar los inquilinos de mi vida
y el patio queda nuevamente solo
en este hotel de paso donde siempre es de noche.


JAZZ DEL SOLITARIO

                                                            "La moneda cayó por el lado de la soledad"
                                                                                         Andrés Calamaro.

El día de la creación
tendré semillas tuyas entre mis manos
y te dispersaré en el fértil territorio de cielos abolidos
o en la voz que persigue otras luces, otros fulgores.
Busca entonces la dirección de la guerra
no importa que tu ausencia  sea del tamaño de la muerte
te buscaré al otro lado de la noche
cuando regresemos de esta estación de adioses que es la vida.


                                                                                               Federico Díaz-Granados



No hay comentarios:

Publicar un comentario