sábado, 13 de julio de 2013

TOULOUSE-LAUTREC


                                                    HENRI DE TOULOUSE-LAUTREC
                                                                          FRANCIA 
                                                                          1864-1901










lunes, 1 de julio de 2013

POEMAS DE LUIS MARÍA LETTIERI



De tu casa no queda nada,
todo se ha vuelto humo.
En ese lugar de calmas
hoy florece un almendro.
A veces me tiendo a su sombra
y sus raíces me narran tus sueños.



YO SOY EL HOMBRE DE VAHO QUE VUELA


Mi ciudad es una gran aldea
poblada de hombres tristes y grises...
con los pies llenos de caminos y raíces...


Yo soy el hombre hecho de humo,
cuyas carnes deshechas royeron los besos
de otras bocas que sin ojos me besaban,
y entre juramentos, me deshollaban...


Ya no tengo sombras,
ni dejo huellas...
canto entre las cañas huecas
mis solitarias oquedades,
sones andariegos bajan
a pastar entre tus mansos valles
para lamer tu grama y beberme tus arroyos...


Iré por ti en primavera,
antes de que te vuelvas otro fantasma
y ya no te despierten las caricias
o suene en las calles de Santiago
tu nombre, pero en vano...


Deshilaré con mis manos artesanas
la trama profunda de tus tristezas;
me fumarás hasta el alma, desesperada,
con tu miedo a perderte, y ansias de ser hallada...


A mi lado te volverás muy leve
hurgarás reflejos en la luna triste de los espejos,
ellos callados, te negarán la imagen
de los seres luminosos y alados
que navegan el aire de las alboradas...


En mi lecho hallarás la paz
que tanto buscabas;
¡Qué tibia será mi voz
en el laberinto de tus sentidos!


Apagaré de a uno los fuegos
que te duren encendidos,
los verás morir, crueles enemigos...

Nacerás a mi voz
y en su torbellino de palabras
serás mi mejor poema...


Yo soy el hombre sutil que vuela,
tú me diste mi nombre;
ahora es tiempo de darme la vida.




PALABRAS PARA JUAN


                                                                                            A mi hijo, Juan


Vuélvete bueno, antes que sabio,
que no teman los pájaros tu mano,
ni eludan las primaveras

convidarte sus nuevos nardos.


Vuélvete puro, hecho solo de aromas,
manso, hasta que la paz te pueda.


Que tu palabra no toque la moneda,
que el billete no envuelva tu rosa.


Que al verte, den vuelta los ríos
solo para rozar tus huellas,
y beban de tu voz adamantina
las sedientas golondrinas.


Que las piedras del camino
se vuelvan almendras de cristal
y aprendan a llorar de alegría,
dejando atrás su lóbrego disfraz.


O se vuelvan romas
las espinas de los cardos
al roce de tu mirada buena,
y le nazcan alas
a los abrojos de la huella,
para que puedan ver el mar.


Vuélvete claro, rutilante
que tu canto convoque
colinas, praderas, alamedas.


Invisible a los ojos funestos,
que tu sombra sea ya no gris,
sino colorida como el colibrí,
y de tu silencio fecundo suene el son
de la música celeste,
bajo una tenue lluvia de flores
de color celeste jacarandá.


Vuélvete eterno en mi alma
y no te mueras
en las desafiladas hojas del olvido.
Solo se mueren las almas
que no son amadas
y más aquellas
por siempre olvidadas.


Vuélvete humilde, sencillo
en vez de altivo u orondo,
que tu vuelo sea raso
oliendo las flores del monte,
volando bajo a veces se oye
el rumor secreto de los girasoles.


Vuélvete niño, en vez de hombre
para que no vuele de tu boca
el pájaro de la risa sonora.


Eres el sueño de una rosa
que a su vez soñó el verano,
no te vuelvas greda, o fango,
sino leve, como la bruma
único en mi pecho solitario,
suave, hecho de plumas
soñadas por mi corazón.


Que yo bebo lavandas
y luz de los retamales de oro
para mirarte sereno a los ojos
y decirte: hijo
y al decirlo, sentir que mi pecho estalla.


O callarme y mirarte,
y sentir que mi pecho estalla igual.


Luis María Lettieri.
Temperley
Argentina.











EL INVITADO: LUIS MARIA LETTIERI. POETA.


Temperley, Argentina, 1956.
Estudió Letras y Filosofía.