domingo, 28 de abril de 2013

DÍAZ-GRANADOS


                                               FEDERICO DÍAZ-GRANADOS
                                                          COLOMBIA
                                                               1974

A MANERA DE POÉTICA

He amado el fútbol. He llorado al ver películas como La guerra de las galaxias. Cinema Paradiso, o Belleza Americana; He cantado a destiempo canciones de Calamaro, Morrison o Lennon y sin embargo sigo temiendo cada día por lo que debo dormir con la luz encendida.
Por esos pequeños sucesos,  esos pequeños asuntos que siempre me han asombrado y que de tanto repetirse se han vuelto hogareños y cotidianos es que escribo poesía.


Escribo poesía por esas tantas cosas que he amado, porque estoy enojado con algo del mundo que notadía no sé qué es, porque hago parodias equivocadas como un payaso callejero, porque sueño con inmensas bibliotecas y el puntual paso de las estaciones. Escribo por miedo y  convicción, por amor y desespero, escribo porque conocí la soledad y el hastío y porque no volví a marcar ese gol que se quedó detenido en mi infancia; además, porque gracias a la poesía me encontré en los silencios con esas palabras que se abandonaron en mis secretos y que me permitieron entender al viejo Homero, a Eduard Much, a Mark Twain, a Salinger, a Cat Stevens y al gran Neruda  para ser una mejor persona y porque supe, como en Cinema Paradiso, que no tendría un Alfredo que proyectara a diario mi vida ni que me regalara los mejores besos del cine mundial.




HOSPEDAJE DE PASO


Nunca he conocido a los inquilinos de mi vida.
No he sabido cuando salen, cuando entran,
en qué estación desconocida descansan sus miserias.
Las mujeres han salido de este cuerpo a los portazos
quejándose de mi tristeza,
en algunas temporadas se han quejado de humedad
de mucho frío, de algún extraño moho en la alacena.


Se marchan siempre sin pagar los inquilinos de mi vida
y el patio queda nuevamente solo
en este hotel de paso donde siempre es de noche.


JAZZ DEL SOLITARIO

                                                            "La moneda cayó por el lado de la soledad"
                                                                                         Andrés Calamaro.

El día de la creación
tendré semillas tuyas entre mis manos
y te dispersaré en el fértil territorio de cielos abolidos
o en la voz que persigue otras luces, otros fulgores.
Busca entonces la dirección de la guerra
no importa que tu ausencia  sea del tamaño de la muerte
te buscaré al otro lado de la noche
cuando regresemos de esta estación de adioses que es la vida.


                                                                                               Federico Díaz-Granados



MÉNDEZ


                                             MIGUEL MÉNDEZ CAMACHO
                                                         COLOMBIA
                                                               1942

MIGUEL

Treinta años de amistad
y mucha vida que nos hemos dado.
él su nariz, su nombre,
un ademán prestado de su infancia
un gesto que copié de su tristeza
y su vejez que me estará esperando.


Yo la risa que falta
a su antigua alegría
los mismos sueños que no pudo soñar
las aventuras que quizá no tuvo.


Esto para decir que bien se puede
entenderse con él y hablar conmigo
o al revés si prefieren:
juzgarlo por los versos que yo escribo.


Sucede que de tanta amistad
ya no sabemos si mi padre soy yo
porque ignoramos
quién tiene más edad
y menos muerte encima.




LUCRECIA

Mi madre nunca tiene en mis poemas
un lugar muy exacto
siempre está dando vueltas
huyendo y regresando
aquí y allá
de la vigilia al alba
limpiando y remendando mis palabras
como si fuera oficio de la casa.


ESCRITO EN LA ESPALDA DE UN ÁRBOL


No recuerdo si el árbol daba frutos
o sombra,
sólo sé que dio pájaros.


Que era el centro del patio
y de la infancia.


Que en la madera fácil
tallé tu nombre encima
de un corazón flechado.


Y no recuerdo más:
tanto subió tu nombre con el árbol
que pudiste escaparte
en la primera cosecha que dio pájaros.




                                                                                                    Miguel Méndez Camacho

DÍAZ-GRANADOS


                                              JOSE LUÍS DÍAZ-GRANADOS
                                                            COLOMBIA
                                                                  1946


ALBA


Para mi loca vida. Al mediodía
un día más día que todos
el sol regó la lluvia
y el alba al mediodía aún era alba
más sutil que un minuto transparente
y más minuto que un océano eterno.


Cisterna pura donde cabe mi ser entero,
mar de rocío que me acaricia incesante,
patria perenne de mi corazón,
jaula donde descansa para siempre mi alma.


Alba-luz, Alba-sol, Alba-marina
Alba-día, Alba-siempre,Alba-del-alma,
Alba-hoy, Alba-azul, Alba-de-julio,
Alba-amor, Alba-esposa, Alba-dormida,
Alba-verso, Alba-única, Alba-mía.


Navío, vasija, cueva,
balandra de mis sueños,
gaveta donde guardo
todos mis pensamientos,
cofre donde se esconde mi sonrisa,
donde moran mis ansias y mis recuerdos.


Alba, norte presente, norte eterno,
carne mía, mi sombra, mi gemela,
mi compañera loca, mi pulsera,
mi mágico aposento, mi pequeño castillo
donde habita el amor definitivo.




POEMA CERO


Hay hombres que cazan lagartijas
con una mano podrida.

Hay hombres que beben miel en el mar
para calmar la sed.

Hay quienes se ocultan en la transparencia
para defecar.

Hay hombres que duermen en el fango
para ver crecer los helechos.

Hay quienes no salen de su casa
para poder viajar.

Hay hombres que no aman
por temor a naufragar
en alma ajena.

Hay hombres sin patria
que padecen la despierta pesadilla de la suya.

Y hay quienes cantan en silencio
desde el escondite de su tedio.


ATARDECER


Yo la gota Tú el mar
Yo el instante Tú el tiempo
Yo el gránulo de arena
Tú el desierto
Yo un punto oscuro
Tú la noche inmensa
Yo para ser bebido,
devorado
por una fuerza
de águilas fraternas
hacia un todo infinito
o a la nada,
hacia la soledad
o hacia el olvido

                                                                                    José Luís Díaz Granados






sábado, 27 de abril de 2013

BREVES


Te soñaré
hasta que los sueños acaben
y sólo quede una tenue sombra.

***

Cuando vuelvas encontrarás
la guitarra en el armario,
tal y como la dejaste.
Cuando vuelvas
me encontrarás
escribiendo poemas en el viento,
tal y como me dejaste.

***



Regresa,
destraba el tiempo de las madrugadas,
deja correr el agua
que se quedó atrapada en los ojos.

***

La cigarra
desplegó sus alas,
desató el aroma de las rosas,
regresó al cielo,
se fue cantando.

***



El silencio recorre mi cuerpo,
nuestra cama
y el lugar vacío
que un día habitaste.
Este silencio llora
mientra llueve.

***

¿A qué te sabe el aire?
- a tu piel desbordada de noche,
a mar agitado,
y al vino que rozó  tu boca-

***





GARCÉS


                                                GUSTAVO ADOLFO GARCÉS
                                                                COLOMBIA
                                                                     1957

ABUELO

En las noches
por el ruido
de tu respiración
te sabíamos
presa de fantasmas


pero los mediodías
te llegaban
con un calor dulce
y dormías como un ángel


con quién sueñas
Francisco
ahora que llevas
tantos días de siesta


QUE COSA MIRA


La vela
el mástil
la verga
el viento
el perro
la liebre
la escopeta


qué mira Hemingway
en la foto de Larousse.




DIFICULTADES DE LA POESÍA


La idea era
beber un poco
ponernos alegres
pero nos emborrachamos
en exceso
y lo que hicimos
fue tener una opinión
demasiado buena
de nosotros mismos.


EL PREMIO


Tal vez algún día
a un grupo de poetas
jurado de algún concurso
le gusten mis poemas
y me den un premio


lo celebraré
con mi esposa y con mi hija
y me emborracharé
con los amigos


los compañeros de oficina
se enterarán
de que escribo poesía


mi padre pensará
que es toda una efemérides
y se tomará unos aguardientes
especialmente sabrosos


Dios mío
no permitas que mi madre
ya se haya ido ese día.


                                                                                             Gustavo Adolfo Garcés



viernes, 26 de abril de 2013

COURTOISIE


                                                       RAFAEL COURTOISIE
                                                                 URUGUAY
                                                                       1958


EL AMOR DE LOS LOCOS

Un loco es alguien que está desnudo de la mente.
Se ha despojado de sus ropas invisibles, de esas que hacen que la realidad
se vele y se desvíe.
Los locos tienen esa impudicia, que deviene fragilidad y, en ocasiones, belleza.
Andan solos, como cualquier desnudo, y con frecuencia
también hablan solos ("Quien habla solo espera hablar con Dios un día").

Más difícil que abrigar un cuerpo desnudo es abrigar un pensamiento.
Los locos tienen pensamientos que tiritan, pensamientos óseos, duros como la piedra
en torno a la que dan vueltas, como si se mantuvieran atados a ella
por una cadena de hierro de ideas.

El cerebro de un pájaro no pesa más que algunos gramos,
y la parte que modula el canto es de un tamaño mucho menor que una cabeza de alfiler,
un infinitésimo trocillo de tejido, de materia biológica que, con cierto aburrimiento,
los sabios escrutan al microscopio para descifrar de qué manera, en tan exiguo retazo,
está escrita la partitura.

Pero desde mucho antes, y sin necesidad de microscopio ni de tinciones,
el loco sabe que el canto del pájaro es inmenso y pesado, plomo puro que taladra huesos,
que se mete en el sueño, que desfonda cualquier techo y no hay cemento ni viga
que pueda sostener su hartura, su tamaño posible. Por eso algunos locos despiertan
antes de que amanezca y se tapan los oídos con su propia voz,
con voces que sudan de adentro, de la cabeza.

Los pensamientos del loco son carne viva, carne sin piel.
En el desierto del pensamiento del loco el pájaro es n sol implacable.
El canto cae como una luz y un calor que le picara al loco en la carne misma de la desnudez.

Pero la desnudez del loco es íntima: de tanto exhibirla queda dentro. Es condición interior,
pasa desapercibida para las legiones de cuerdos cuya ánima está cubierta por completo de tela basta,
gruesa, trenzada por hilos de la costumbre.

El único instrumento posible para el loco, para defender su desnudez, es el amor.
El amor de los locos es una vestimenta transparente. Esos ojos vidriosos,
ese hilo ambarino que orinan por las noches, ese fragor y ese sentimiento copioso y múltiple
que no alteran las benzodiazepinas, que no disminuye el Valium, permanecen intactos en el loco
por arte del amor.

Es un martillo, y una cuchara, y un punzón. Es todo menos un vestido, no cubre sino que atraviesa,
no mitiga sino que exalta. El amor de los locos tiene una textura, un porte y una sustancia.
La sustancia se parece al vidrio, pero es el vidrio de una botella rota.





LOS QUE NO ESTÁN

Para las almas los cuerpos valen oro. Pero es un oro carnal,
de ruido tibio, un oro en trazos y fibras, oscuro,
más oscuro que la muerte,
que lleva y devuelve las almas a su origen,
la muerte como un mar que las devora.

Los cuerpos flotan.

Sin la muerte, un cuerpo es más grave que su sombra.
La muerte los levanta, los madura,
hace de los cuerpos un sueño irrepetible
en el que el deseo encuentra materias claras para hacer la casa.

La casa se levanta y se derrumba,
pero los trozos esparcidos
son duras gotas del agua del deseo,
humedecen la vida que les falta.


                                                                                                  Rafael  Courtoisie








GALEANO


                                                          EDUARDO GALEANO
                                                                  URUGUAY
                                                                   1940-2015


UN MAR DE FUEGUITOS

"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al cielo. A la vuelta, contó.
Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mudo es eso- reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con la luz propia entre todas  las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay gente de
fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores.

Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas;
algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman, pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende."




                                                           PUNTOS DE VISTA

                                 1

Desde el punto de vista del búho, del murciélago,
del bohemio y del ladrón, el crepúsculo es la hora del desayuno.

La lluvia es una maldición para el turista
y una buena noticia para el campesino.

Desde el punto de vista del nativo,
el pintoresco es el turista.

Desde el punto de vista de los indios de las islas del mar Caribe,
Cristóbal Colón, con su sombrero de plumas y su capa de terciopelo rojo,
era un papagayo de dimensiones jamás vistas.


                     2

Desde el punto de vista del sur,
el verano del norte
es el invierno.

Desde el punto de vista de una lombriz,
un plato de espaguetis es una orgía.

Donde los hiudúes ven una vaca sagrada,
otros ven una gran hamburguesa.

Desde el punto de vista de Hipócrates, Galeno,
Maimónides y Paracelso existía una enfermedad llamada indigestión,
pero no existía una enfermedad llamada hambre.

Desde el punto de vista de sus vecinos del pueblo de Cardona,
el Toto Zaugg, que andaba con la misma ropa en verano y en invierno,
era un hombre admirable:
-el Toto nunca tiene frío-decían
Él no decía nada, frío tenía, lo que no tenía era un abrigo.


                           3 

Desde el punto de vista de las estadísticas,
si una persona recibe mil dólares y otra persona no recibe nada,
cada una de esas dos personas aparece recibiendo
quinientos dólares en el cómputo del ingreso percápita .

Desde el punto de vista de la lucha contra la inflación,
las medidas de ajuste son un buen remedio.
Desde el punto de vista de quienes las padecen,
las medidas de ajuste multiplican el cólera, el tifus,
la tuberculosis y otras maldiciones.


                             4


Desde el punto de vista del oriente del mundo,
el día de occidente es noche.

En la India, quienes llevan luto, visten de blanco.

En la Europa antigua, el negro, el color de la tierra fecunda,
era el color de la vida,
y el blanco, color de los huesos,
era el color de la muerte.

Según los viejos sabios de la región colombiana del Chocó,
Adán y Eva eran negros, y negros eran sus hijos Caín y Abel.
Cuando Caín mató a su hermano de un garrotazo,
tronaron las iras de Dios. Ante las furias del Señor,
el asesino palideció de culpa y miedo, y tanto palideció
que blanco quedó hasta el fin de sus días.
Los blancos somos, todos, hijos de Caín.


                                                                                                 Eduardo Galeano












miércoles, 24 de abril de 2013

ARTECHE


                                                         MIGUEL ARTECHE
                                                                 CHILE
                                                              1926-2012

LA NIÑA DE LA OSCURIDAD

La niña de la oscuridad,
la niña que tiene el rostro en la oscuridad
de los jardines sombríos:
en donde llueve y nadie sabe
o sólo sabe que la niña lleva
la mitad de su rostro,
la mitad de sus ojos:
La niña
de la oscuridad,
volado el rostro,
el rostro en sangre que derrama
sobre las flores: la niña que me llama
sobre la lluvia que no cae,
en su mitad perdida,
en los jardines sombríos de la tierra.




PRIMERA MADRUGADA

Escucha, susurrante, el tiempo de las estrellas,
la silabeante madrugada que se acerca.
Escúchate el cuerpo que tembloroso aguarda,
la llave desolada del abrazo, el trémulo contacto,
la mano que te cierra los ojos, la tierra que se abre
con ignorados frutos, ¡levántate, dormida!
la noche final te atraviesa,
todo el mundo nos atraviesa, nos envuelve.


Mi cuerpo está en ti.
Nuestros cuerpos gimen a través de la tierra.
Muerdo el gozo del rocío y levantamos las banderas del amor
en lo alto de los edificios orgullosos.
Y en ti tomo la humedad de los bosques,
las solitarias fuentes escondidas.
Y libero en tu sangre los ríos
en esta hora de las colinas
que se estremecen,
ahora que tú rasgas la noche que se aleja,
y yo surjo de ti, nutrido de tu amorosa profundidad.

                                                                                 Miguel Arteche







martes, 23 de abril de 2013

COTE


                                                     ANDREA COTE BOTERO
                                                                COLOMBIA
                                                                     1981

VER LLOVER


Sé que la lluvia también es un dios, atroz como el otro.
Lo sé porque veo a los hombres pronunciar alelados
los dos nombres posibles de la lluvia
en sus tardes más grises diciendo:

ven y bórralo todo,
ven y llénalo todo.

Y siento la fe del hombre que trabaja
por el premio de la lluvia,
que es el agua misma que la tocó a ella,
que la bañó a ella,
en la que ella ya durmió.

Y sé que a todos les espanta ese rumor a cuenta gotas
que viene con su misma cantata sin desuso
y obliga a correr apresurados y cerrar las puertas de las casas
que de no ser así se llenarían de lluvia
y serán de la lluvia hasta caer.


LLANTO


María,
hablo de las montañas en que la vida crece lenta
aquellas que no existen en mi puerto de luz,
donde todo es desierto y ceniza
y es tu sonrisa gesto deslucido.


Allí es Enero el mes de los muertos insepultos
y la tierra es el primer cadáver.
María, ¿no recuerdas?
¿No ves nada?
Allí nuestras voces son desecas
como nuestra piel
y se nos queman los talones
por no querer saber
de las casas incendiadas.


Hablo María
de esta tierra que es la sed que vivo
y el lecho en que la vida está enterrada.


Piensa niña,
en que esto no es vivir
y la vida es cualquier otra cosa que existe
húmeda en los puertos donde el agua si florece,
y no es hoguera cada piedra.


Acuérdate, María
que somos
pasto de perros y de aves,
hombres calcinados,
cortezas vacías
de lo que éramos antes.
¿De qué estás hecha? niña mía,
por qué crees que puedes coserle  la grieta al paisaje
con el hilo de tu voz,
cuando esta tierra es una herida que sangra
en ti y en mí
y en todas las cosas
hechas de ceniza.

En nuestra tierra,
los cuervos lo miran a uno con tus ojos
y las flores se marchitan
por odio hacia nosotros
y la tierra abre agujeros
para obligarnos a morir.





LECCIÓN ÚNICA SOBRE COSAS VIEJAS


Ya dije


no sé quién inventa el olor de las casas,


no sé.


Más aún si lo que te gusta es mirar desde arriba
la vista ruinosa de los tejados,
y la pared deslucida
y los muros
y las sucias puertas de las casas viejas de aquí.

Más aún,
si ya no recuerdas que
no es el olor
sino la bondad de las cosas
al exhibir su derrota.


                                                                                                 Andrea Cote

















CARRERA


                                                       MARGARITA CARRERA
                                                              GUATEMALA 
                                                                     1929


CANTO A LA ESCOBA


Me gusta la escoba
en la soledad de mis manos
en su silencioso barrer de muerte
en su ocultarse
-cual niña solitaria-
tras la puerta dormida.


si.
Me gusta la escoba
en canto de limpieza
por su pelo entretejido
su cuerpo de espiga
y porque, loca
va siempre
patas arriba.


NUEVA YORK


La ciudad estaba allí
monstruosa y gigante,
desnuda en su piedra fría.


Toqué con mis lirios
su insondable aliento.


Nada.Nadie.


Volaban las almas
en su torbellino de dolares
y el tiempo
-centavo descalzo-
se desgranaba
en sangre suicida.


Nueva York distante y dura
Central Park
rascacielos
y profunda soledad.




EL NIÑO


A pedazos van cayendo
los terrones angustiados
del tiempo.


Afuera: el niño.
El pantalón roto
y el verdor pestilente.


Pájaros negros
-despiadados-
siguen su vuelo.


Él está solo
sin un ángel y sin un sueño.
Impasible. Inmóvil.
Sus ojos en la lejanía
miden su hambre.


A lo lejos: esplendor.
cohetes a la luna
astronautas.
Siglo veinte.


Pero él
-solo-
Con el tiempo
a sus pies
cual perro dormido.


                                                                                         Margarita Carrera.

LUQUE


                                                            AURORA LUQUE
                                                                  ESPAÑA
                                                                     1962


CIUDAD

Una ciudad del sur con su mitología
urbana vagamente, subrayada del mar,
desgarrada de instintos,
con toda la belleza luchando por asirse
con dignidad a un resto de materia.
Tanta, tanta es la luz sin asidero...

"De Carpe Noctem" 1966


DEL DESCIFRAR


Fluir en la corriente sagrada de los versos
de una noche  a otra noche
y ser atropellada, ser mordida
por la negra belleza que estalla en las palabras.


Y qué saturación sentir el aire
de otros mundos, la hoja que temblaba
en la lluvia con sol, los astros asomados
a leve escritura,
un aroma olvidado de la infancia
o un placer sumergido
en las aguas más hondas de la vida:


carne que se entreviese
-erótico fulgor rosado y denso-
bajo el encaje oscuro del poema.


de "Problemas de doblaje" 1982





EAU DE PARFUM


De la infancia, el olor
del musgo en las acequias,
del barro, de las moras
y la extrema violencia de aprenderse.


Del mar, la última nota
de la última ola desplegada
antes de regresar y convencernos
de que no habrá sirenas.


De la noche, las leves veladuras
de un  perfume italiano
todavía de moda.


De tu cuerpo, el aroma
de libro de aventuras
vuelto a leer; pero también de adelfas
desoladas y ardiendo.


Huele a vida quemada.

de "Problemas de doblaje" 1982


                                                                                               Aurora Luque

lunes, 22 de abril de 2013

BREVES


La noche es más oscura esta noche:
la luna redonda y triste
se echó a morir.

***

Los últimos hombre
se arrastran por la tierra seca,
nos buscan con su mirada vacía,
dolorosa,
tan cercana a la muerte.

***


Lo primero es llorar hacia dentro,
lavar lo que tenga que lavarse.
Luego, una vez el corazón esté en calma
abriremos las ventanas,
abriremos las jaulas.

***

Ya no están ni tú,
ni dios ni el mar.
Ahora la vida es un saco
que me queda grande.

***



El árbol se desnuda por última vez,
el aire es un canto triste,
los recuerdos entran al laberinto
mientras el silencio se impone.

***

Sólo el tiempo quedará de pie,
mientras todos duermen
en el cielo
o en el infierno.

***



domingo, 21 de abril de 2013

POEMAS DE MONICA MERA


PAÍS

Tengo triste
la palabra
País.
Tengo ojeras en el alma
desvelo de verdes geografías
desoladas.


Tengo triste
la palabra
País.
Por las manos,
por los muertos,
por el pan y por la leche.
Te recorro preguntando
y este duelo
que me duele y que me llora
que escasea la esperanza
y que golpea la rabia
del desarraigo de mis hermanos.


Tengo triste
la palabra
País.
Solo mis manos te ofrezco
y este poema descalzo.


LA CAMILLA

Tanta gente sobre este cuerpo que guarda milenios de tristeza.
La anestesia de voces que retumban en la razón y el desconcierto.Cuántas veces cortaron y cosieron
esta piel, cuántas veces supuraron y sangraron las heridas en pequeños silencios que rodaron rapidito
entre las ruedas de la camilla, ese miedo diario a la muerte, o a la vida caminando pasillos azulejados de
blanco. Tanto rezo y palabra sanadora, calmantes de colores, gasas, cintas sobre los sueños, esperanzas
con barbijos. Cuántas muertes inyectadas por uno mismo en nombradas oscuridades. Cuántos cuerpos viven en éste, cuántas manos nos tironean al abismo de la vida y el resplandor del sol que entra inevitablemente por la rendija de tus ojos.

Y uno repasa el mitch, el parto y la cesaría, el calvario, las 14 estaciones, las 7 vidas del gato, la audiencia
del divorcio, la muerte del padre y de la madre, la pena de amor, el accidente de auto, la muñeca rota, los
caramelos que escondieron sus hermanos, el tirón del pelo, el chirlo, los puntos en la frente, el pelotazo,
el llanto por tomar la mamadera y se ríe, se ríe, loco a carcajadas.


MI CARTERA


Es un mundo mi cartera, amanecen en ella amores escritos en papelitos amarillos,
pedazos de mi historia en el bolsillo interno se acomodan junto a las monedas.

Mi cartera junta fotos, aritos, broches, y esas piedras blancas que levanto de los jardines por cábala.
En su interior reposan seguros libros de poesía, papeles de los bancos, y los sueños,
el lápiz de labio rojo furioso con la tapa rota por las dudas te aparezcas, un mapa del camino al que nunca llego, dos lapiceras que no escriben, las tarjetas por si acaso, el carozo de aceituna que me regalaron este año nuevo para la abundancia, y mis dedos que siempre buscan algo que no está.

Mi cartera es descabellada, inconclusa carga el sol del mediodía y los esmaltes flúo.  Definitivamente no entiendo a mi cartera, se agarra fuerte de mi hombro y no me suelta.

MONICA MERA
ARGENTINA




LA INVITADA: MONICA MERA. POETA


Mónica nació en la ciudad  Termas de Río hondo, Argentina en el año 1963.
Es periodista y poeta, reside en la ciudad de Tucumán.

Editó Poemas al Oleo, y siempre ha trabajado  en la difusión de autores.
Organiza reuniones, congresos, encuentros y cafés literarios.
Actualmente produce Poemas de Radio en Universidad y tiene un grupo en facebook con el mismo nombre.

su blog es merapoemas.blogspot.



http://merapoemas.blogspot.com/

GIRONDO


                                                     OLIVERIO GIRONDO
                                                           ARGENTINA
                                                              1891-1967

ESCRÚPULO

Me parece que vivo
que estoy entre los ruidos
que miro las paredes,
que estas manos son mías,
pero quizás me engañe
y paredes y manos
sólo sean recuerdos
de una vida pasada.
He dicho "me parece"
Yo no aseguro nada.





LLORAR A LÁGRIMA VIVA


Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.


Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.


Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.


Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo
si es verdad
que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.


Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.


Llorar de amor,
de hastío,
de alegría,
llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡llorar todo el insomnio y todo el día!


                                                                                                 Oliverio Girondo 



PLA


                                                         JOSEFINA PLA
                                                               ESPAÑA
                                                              1903-1999

CÓMO

Ay, cómo abrirte este dolor de llaves,
en soledad de pulso amurallado.
Lo que ya se llevaron, cómo darte,
sueño, renunciación, ausencia, olvido.


Cómo franquear a tu claror las puertas
tras las cuales murió crucificado
cada latido virgen de tu nombre,
desposado no obstante de tu imagen.


Cómo agotar la senda de la ausencia,
el rumbo del viaje jamás hecho,
las jornadas cautivas del suspiro.


Ay, cómo en ascua recobrar ceniza,
y de piedra absorta hacer el nardo
que se encienda a la orilla de tu sangre.



DESNUDO DÍA


En el paisaje nuevo
en el paisaje nuevo en que estarás conmigo,
reposará la tarde como una flor caída.


Nos habremos deseado
tanto,
que el beso habrá muerto.


Yo lo veré en tus ojos, maduros de otra sombra.
Ojos de un valle ausente.
Ojos con otra luna.


Entre los dos corazones
llorará
tu voz antigua.


Una tarde peinada con una raya oscura
tú tendrás la mitad más dulce de la vida.


Las camelias de tu boca
morirán en otro tiempo.


Y aquella tarde mía
ya no será la tuya.

                                                                                           Josefina Pla

LIMA


                                                    HAMLET LIMA QUINTANA
                                                                ARGENTINA
                                                                   1923-2002

GENTE NECESARIA

Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.


Hay gente, que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas.
Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.


Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.


Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe, que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.





ESTO AZUL


Hasta aquí llegué
en agrario sol
con la tierra al hombro,
descubrí la mañana y pensé
que era un dios
separando la luz.
Y al final
recordé
que uno siempre se va.


Para qué seguir
si con sólo ver
lo que va pasando:
esta vida en el árbol,
la canción
que nos viene de ayer,
al final
puede ser
que nos llegue a alcanzar.


Este agrario asombro,
este antiguo barro,
es el sol,
es azul,
es el árbol frutal.
Es olor de parral
y uno siempre se va.


                                                                                       Hamlet Lima Quintana



BREVES


Siempre pensé que las flores despiertan
cuando un ángel las roza con las alas.
Siempre supe que los peces
son sueños de colores
en las aguas de los ríos.

***

La luna es
porque yo la pienso;
existe
porque yo la veo.

***



Me sentirás en el viento que te roza,
en el murmullo de la lluvia en la cornisa,
me sentirás tan cerca de ti,
tan dentro tuyo,
como tu alma
y como tu sombra.

***

Las campanas pesadas y tristes
doblan una y otra vez
rompiendo el silencio de los dolientes.

***



Aquí bajo tierra todo es tedioso,
malgasto mi eternidad escuchando crecer
las raíces de los geranios.
Aquí bajo tierra,
la soledad duele.

***

No me ames
como si yo fuera uno de esos héroes
indestructibles.
A mi,
se me rompen los huesos.




EL INVITADO: JUAN OLIVAS. POETA ** POEMAS DE JUAN OLIVAS


Juan nace en la ciudad de Culiacán, Sinaloa-México.
Reside en San José, California.
Publica sus poemas en las redes sociales.


EXTRAÑO TUS OJOS QUE NUNCA VI

Mis ojos
tu los has visto,
mis ojos tienen
los colores del ocaso,
los colores
de las lluvias de abril,
y las playas solitarias...

En ellos vuela una gaviota
apacible y callada
que busca y espera.

Mis ojos son tus ojos
que buscan y esperan.
Ya llegará la aurora!
y entonces
tus pies y los míos harán una sola huella...

Yo espero por tu palabra
y tú esperas la mía
como viajeros sedientos buscando un oasis.
La tuya llega tarde,
pero llega,
porque tú eres lenta para amar
y te cohíbe tu desnudez,
pero yo,
yo me entrego desnudo
de frente,
con los brazos abiertos.





México!

...¿Dónde está el guerrero Azteca?...
¿Dónde los caballeros Águila?...

...¿Dónde están los poetas
cantando sus querellas?...

Yo sólo miro fantasmas
que lloran en sus adentros,
que miran al Popocatépetl
buscando sus ancestros...


Huehuetcotl!...
¿Qué has hecho de mis abuelos?


Ya no suenan los tambores
ni danzan las doncellas...

Quetzalcóatl se fue con el viento
Tláloc se fue a las estrellas,
tan sólo se escucha el silencio
y los tambores...
esperan...











sábado, 20 de abril de 2013

FOTOGRAFÍA

        
                                                    TRANSFORMACIÓN


Los pájaros transforman el cielo
de un simple espacio vacío
a un alegre vuelo de esperanzas.

Santiago Reyes
Canadá



La vida es un constante proceso,
una continua transformación en el tiempo;
un nacer, morir y renacer.

Hermann Keyserling
Alemania

Javier Barral
España



La mariposa
alguna vez fue oruga.

Martha Briceño
Colombia



La vida está hecha de cambios,
cada vez que miro al cielo,
siempre es distinto.

Roberto Garcés
Cuba



La muerte es transformación.
Las hojas se vuelven amarillas,
el péndulo termina por detenerse,
la noche se hace día,
el viento va y vuelve
y se llena de voces
y deja de ser el mismo.
Todo, todo cambia.

María Riaño
Colombia



¿Acaso el sueño no es el testimonio del ser perdido,
  de un ser que se pierde, de un ser que huye de nuestro ser,
  incluso si podemos repetirlo, volver a encontrarlo en su extraña transformación?

Gastón Bachelard
Francia

Ana María Sanchez
Ecuador


VIEIRA


                                                        MARUJA VIEIRA
                                                           COLOMBIA
                                                                1922

AGRESIONES

Defenderé tu rostro
y tu nombre
de los años que se amontonan
como piedras rotas.

Defenderé tu voz,
tus palabras,
de estos largos silencios
que pesan
sobre mis labios.

Defenderé tu luz
de esta sombra!




TODAVÍA


Todavía
la frágil quemadura de una lágrima
borra la luz del árbol.

Todavía
cerca del corazón se detiene la vida
cuando te nombra alguien.

Todavía
rueda el mundo al vacío
desprendido y errante.

Todavía
no encuentro las palabras
para decir la ausencia de tus manos.

Todavía
te amo.


                                                                                                  Maruja Vieira

OROZCO


                                                           OLGA OROZCO
                                                            ARGENTINA
                                                              1920-1999

LAS MUERTES

He aquí unos muertos cuyos huesos
no blanqueará la lluvia,
lápidas donde nunca ha resonado
el golpe tormentoso de la piel del lagarto,
inscripciones que nadie recorrerá
encendiendo la luz de alguna lágrima;
arena sin pisadas en todas las memorias.

Son los muertos sin flores.
No nos legaron cartas, ni alianzas, ni retratos.
Ningún trofeo heroico atestigua la gloria o el oprobio.
Sus vidas se cumplieron sin honor en la tierra,
mas su destino fue fulmíneo como un tajo;
porque no conocieron ni el sueño ni la paz
en los infames lechos vendidos por la dicha,
porque sólo acataron una ley más ardiente
que la ávida gota de salmuera.

Esa y no cualquier otra.
esa y ninguna otra.
Por eso es que sus muertes
son los exasperados rostros
de nuestra vida




OLGA OROZCO


Yo, Olga Orozco, desde tu corazón
digo a todos que muero.
Amé la soledad, la heroica perduración de toda fe,
el ocio donde crecen animales extraños
y plantas fabulosas,
la sombra de un gran tiempo que pasó
entre misterios y alucinaciones,
y también el pequeño temblor de las bujías
al anochecer.

Mi historia está en  mis manos
y en las manos con que otros las tatuaron.
De mi estadía quedan las magias y los ritos,
unas fechas gastadas por el soplo de un despiadado amor,
la humareda distante de la casa
donde nunca estuvimos,
y unos gestos dispersos
entre los gestos de otros que no me conocieron.

Lo demás aún se cumple en el olvido,
aún labra la desdicha en el rostro
de aquella que se buscaba en mi
igual que en un espejo de sonrientes praderas,
y a la que tú verás extrañamente ajena:
mi propia aparecida condenada a mi forma de este mundo.

Ella hubiera querido guardarme
en el desdén o en el orgullo,
en un último instante fulmíneo como un rayo,
no en el tumulto incierto
donde alzo todavía  la voz ronca y llorada
entre los remolinos de tu corazón.
No. Esta muerte no tiene descanso ni grandeza.
No puedo estar mirándola por primera vez
durante tanto tiempo.
Pero debo seguir muriendo hasta la muerte
porque soy tu testigo ante una ley
más honda y más oscura
que los cambiantes sueños,
allá, donde escribimos la sentencia:
"Ellos han muerto ya.
 Se habían elegido por castigo y perdón,
 por cielo y por infierno.
 Son ahora una mancha de humedad
 en las paredes del primer aposento"


                                                                                                   Olga Orozco

















BELLI


                                                            GIOCONDA BELLI
                                                                  NICARAGUA
                                                                       1948


COMO TINAJA

En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
En esos días, amor
en mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mi
y ahora
en estos días secos
en que tú ausencia duele
y agrieta la piel,
y el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vació y lleno de vos.




ES LARGA LA TARDE


Es larga la tarde
como el camino curvo hasta tu casa
por donde regreso arrastrando los pies
hasta mi cama sola
a dormir con tu olor engarzado en mi piel,
a dormir con tu sombra.


Es larga la tarde
y el amor redondo como el gatillo de una pistola
me rodea de frente, de lado, de perfil.
El sueño pesa sobre mis hombros
y me acerca de nuevo a vos,
al huequito de tu brazo,
a tu respiración,
a una continuación infinita de la batalla
de sábanas y almohadas que empezamos
y que pone risa
y energía
a nuestro cansancio.


                                                                                                    Gioconda Belli



viernes, 19 de abril de 2013

BREVES


Nos encontraremos,
tú llegarás con sal entre las manos,
yo traeré mis heridas

***

Tengo sed,
me arrojo a los abrevaderos.
navego, te navego.

***



Yo no sueño,
ya no sueño;
sólo trato de mantenerme en pie.

***

Las dos lunas
se desnudaron en la arena,
dibujaron el mar,
bautizaron el horizonte;
se amaron.

***


Nadie nos enseñó a vivir,
nadie vio nuestras sombras
sentarse en las bancas de los parques,
nunca nos vieron llorar.
Nunca lloraron por nosotros.

***

Los niños corren alegres
al encuentro con el viejo circo.


RIVERO


                                                             MARIO RIVERO
                                                                COLOMBIA
                                                                   1935-2009


COSAS QUE PASAN


Este hombre y esa mujer se conocieron cierto día
sin duda el hombre sonrío a la mujer
sin duda le trajo flores
sin duda llegó a conocer su olor entre mil
y hasta olfatear su ropa interior
su brassiére, sus pantalones
tirados sobre la cama.


Años después ella pasa con un  gordo contoneo
envuelta en pieles emplumadas
su perfume es el mismo barato y dulce
lo mismo ondula su grupa de sanguijuela encantadora
tiene en cambio los ojos turbios
como dos cuentas desteñidas de porcelana.


El parece un hombre serio y sobrio
con su cuentica en el Banco y su "curriculumvitae"
no hay duda de que ha sabido ubicarse bien en el proceso
la mira, la examina de una manera abstracta
como si examinara
una cosa vieja, oxidada
a la brillante luz del sol
Parpadeando estúpidamente desde un lapso de olvido
y sombra y grasa...
Tiresias ciego adivino de mamas arrugadas
todos somos él
-o algo parecido al menos-




MOTIVOS DEL DÍA


Mario me llamo
soy mordisco al aire
soy un husmea-cosas
soy un cuenta-cosas.


Todas las mañanas
siento la hoja de barba
y la caricia del agua
cuando en el piso de arriba
posiblemente
un hombre y una mujer
yacen abrazados.


El la tiene en sus brazos
medio adormilada
mientras oriento mis pasos
hacia el día.


Digo mentiras inútiles
y verdades inútiles
Converso con los ancianos
que descansan en la hierba
o sobre los pedestales
de los héroes
Con el buhonero
que vende transistores
o lentes para que alguien se esconda.


Con las nucas
que en los colectivos
se apoyan sobre el hombro
del vecino.


Con los huéspedes de las buhardillas
y las de los cuartos
de las casas coloradas
con rendijas
que miran a los árboles.


Llego hasta el apartado
esa ventanita al mundo
abro una carta
que tiene una estampilla
de los mares del sur
donde los pescadores
tiran varios días sus arpones
hasta dar caza al tiburón
entre espumas de sangre.


Voy al parque
y violo una naranja
para no mirar a una colegiala
que hace su colección
de hojas de otoño.


Soy bachiller en lentos
amaneceres en los puentes
Todos mis recuerdos
tienen el leve brillo
de una joya perdida
aunque hay momentos
que merecen repetirse.


Soy un husmea-cosas
soy un cuenta-cosas
un cero grita bajo mis zapatos.


                                                                                           Mario Rivero


jueves, 18 de abril de 2013

PESSOA


                                                            FERNANDO PESSOA
                                                                 PORTUGAL
                                                                  1888-1935


EL POETA ES UN FINGIDOR

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente.

Y, en el dolor que han leído,
a leer sus lectores vienen,
no los dos que él ha tenido,
sino sólo el que no tienen.

Y así en la vida se mete,
distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete
que se llama corazón.





SERENO AGUARDA EL FIN QUE POCO TARDA

Sereno aguarda el fin que poco tarda.
¿Qué es cualquier vida? Breve sol es, y sueño
¿Cuánto piensas emplear
en no muchos pensamientos?
Para el nauta el mar oscuro es la ruta clara,
Tú, en la confusa soledad de la vida,
a ti mismo te eliges
no sabes de otro puerto.

                                                                                             Fernando Pessoa



CORTÁZAR


                                                    JULIO CORTÁZAR
                                                         ARGENTINA
                                                            1914-1984

Antes, después


Como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
el perfuma dibuja el jazmín
el amante precede al amor
como la caricia a la mano
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente
aunque no haya huella ni presagio


aunque no haya huella ni presagio
como la caricia a la mano
el perfuma dibuja el jazmín
el amante precede el amor
pero inevitablemente
el amor sobrevive al amante
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna


como la caricia a la mano
aunque no haya huella ni presagio
el amante precede al amor
el perfume dibuja el jazmín
como los juegos al llanto
como la sombra a la columna
el amor sobrevive al amante
pero inevitablemente...




APLASTAMIENTO DE LAS GOTAS



Yo no sé, mirá, es terrible como llueve.Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris,

aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros,que hacen plaf y se aplastan como bofetadas unos detrás del otro,qué hastío.

Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana,se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados,va creciendo y se tambalea,ya va caer y no se cae, todavía no se cae.

Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes
mientras le crece la barriga, ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha,
nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida,brotan en el marco y ahí mismo se tiran,
me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada
del caer y aniquilarse.

Tristes gotas, redondas inocentes gotas, Adiós gotas. Adiós.


                                                                                                   Julio Cortázar



miércoles, 17 de abril de 2013

BREVES


Nunca pudo acostumbrarse
a tu ausencia,
hasta el día
en que no regresó
de sus largos silencios con el mar.

***

Dejaste un camino de rosas,
dejaste tu perfume en el viento.



                           


Abrí los brazos,
dejé mi voz en un grito,
invoqué la lluvia
y entonces...
llegaste.

***

Las otras cosas que se están muriendo
llenaron el viento con sus cenizas,
y al dolor le pusieron alma.



¡A qué vienes!
La soledad ya está instalada
¡A qué vuelves!
El corazón ya no aguanta otra muerte.

***

Me gusta ir a lugares oscuros;
la humedad, tu boca;
tu mar, los abismos,
la humedad, tus pies.