viernes, 13 de diciembre de 2013

LEDESMA


                                           DAVID LEDESMA VASQUEZ
                                                         ECUADOR
                                                          1934-1961

La escalera

Pesado el esqueleto.
La madera
dura para los pasos.
El retorno
familiarmente untados los zapatos.
Truncas
a media lengua las palabras.

Ya no puedo volver.
No vale el sueño.
Porque si hubiera llanto
sed
o grito
me pusiera a gritar toda la noche.

No subiré
porque el caer es dulce
y abandonar el corazón al pozo
y chapotear feliz como los cerdos.
Dichoso
revolcándome en la espesa mugre del alma
mugre elemental.

Si los días caen sucios
se quiebra
y uno cae
y si ya nada
vale la pena de escarbar la tierra
y nada más existe,
nada más que el roce de las piernas
que el lugar
donde clavar los dientes y morir.



Distinto

El pájaro que tiene sólo un ala,
la naranja cuadrada,
el árbol tenso
que tiene las raíces para arriba
y el caballo que galopa para atrás,
sólo ellos me entienden.
Mis hermanos.
Mis diferentes semejantes que amo.
Y un día,
distinto,
sin pareja,
con ellos cavaré un hoyo muy negro
donde meterme con mi sombra a cuestas.

Aritmética

Me decían los chicos en la escuela:
Aprende la aritmética.
-David, estudia la aritmética-
¡Tú no sabes aritmética. Eres tonto!
-Me gritaba mi padre diariamente-
Estudia la aritmética,
aprende la aritmética!...
Si no sabes la tabla de sumar,
no irás al cine el domingo,
ni al carrousel,
ni al foot-ball...
Hay que saber que dos y dos son cuatro
para poder vivir!
Me rogaba mi madre entristecida:
aprende la aritmética,
estudia la aritmética,
si no sabes restar y dividir
no tendrás un futuro,
ni dinero, ni casa, ni amigos, ni coche...
Y no aprendí las tablas de aritmética
ni he logrado el futuro, ni el coche, ni el amigo;
pero he tomado todos los dones de la vida
gozándolos intensa y plenamente.

David Ledesma Vásquez
Ecuador



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