viernes, 7 de febrero de 2014

EL INVITADO: CUERVO SÁNCHEZ AZUETA. POETA


Cesar Sánchez Azueta (El Cuervo), México.
Es un joven escritor que a través de las redes sociales comparte y desarrolla su poesía.



http://siempredijenunca.wordpress.com/

                                     POEMAS DE CUERVO SÁNCHEZ AZUETA

Los fantasmas

La ciudad está llena de fantasmas,
de demonios anfibios
que surgen de los charcos.
Se esconden bajo los adoquines
violando a los insectos
por los ojos.
Seres enamorados de heridas
punzantes,
que viajan en las alas de las palomas,
y como lunas inmóviles se desgajan.
Caen como balas en los pantanos
y despiertan del fango
como momias
inmortales del recuerdo.

Y así andan por las calles
gimiendo preguntas
y escupiéndote a la cara
azules cicatrices.

Mi fantasma anda por ahí
paseando en las aceras
con un vestido blanco
y detalles en rojo,
una larga cabellera purpura
y unos hermosos labios de terciopelo.
Es un hermoso ejemplar
de hembra blanca,
de piernas fuertes,
de cabello azabache ondulado.
Llena de piel sonriente.
Nada más parecido a un mosaico
de hojas otoñales.
Ojos que al reír
lubrican el viento
como la luna que
rocía con su polvo
la noche.
Ese es mi fantasma.

Se sienta en los cafés,
pide un capuchino
y al cruzar las piernas
me clava su mirada
como dos cuchillos inexcusables.
La veo en los cines,
las librerías, la tapa de un Cd,
las rimas de Apollinaire,
la ruidosa cumbia del taxista,
los monumentos, las formas
orgánicas de las nubes,
las rodillas del cerro del muerto.

Mi fantasma es una flor
con pétalos de clavos
de tendencia cubista
de tal manera, que por donde la veas,
te lastima.

El poeta tampoco soy yo

Hay un poeta que me está
doblando las rodillas.
Su boca es del material
de las espinas,
entra por mis poros
y besa con su lengua
mis entrañas
luego,
un brusco diástole le entrega
mi corazón en sus manos
y él lo amamanta
con sus pechos de seda.
En ese instante
mi mente no lubrica
una suma, ni una resta.
Soy tan tonto
que me alburean
los grillos
con su canto,
mi alma no está en tierra
sino buscando
en la garganta de los dioses
inertes
sus piedras filosofales.

Sombras IV

Siempre me pregunté de que tono de negro es la oscuridad de los ciegos
y si comprenderán la palabra sombra.
Si Sombra, ese gato negro que imita hasta los gestos,
¿de qué raza será el gato de los ciegos?
¿Por qué se les oculta tanto?
O tal vez no hacen más que verlo.
Si, esa es la respuesta más lógica.

Los ciegos guardan algunas respuestas que ignoramos,
sus bastones son paralelos a las líneas de los horizontes,
quizá porque el horizonte es su casa, tal vez contaron hasta el infinito y de regreso
y su consenso les impide divulgar las respuestas.

Condenados al ingrato futuro de dormir bajo las sábanas de la noche,
de dibujar bajo una sola capa  el negro de las cavernas detrás de los parpados.

Cuervo Sánchez Azueta
México

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