sábado, 8 de junio de 2013

WHITMAN


                                                      WALT     WHITMAN
                                                       ESTADOS UNIDOS
                                                            1819-1892

CREO QUE UNA BRIZNA DE HIERBA
(fragmento de Hojas de Hierba)

Creo que una brizna de hierba
no es inferior a la jornada de los astros,
y que la hormiga no es menos perfecta
ni lo es un grano de arena,
y que el escorzo es una obra de arte
para los gustos más exigentes,
y que la articulación más pequeña de mi mano
es un escarnio para todas las máquinas.

Quédate conmigo este día y esta noche
y poseerás el origen de todos los poemas.
Creo en ti, alma mía, el otro que soy
no debe humillarse ante ti,
ni tu debes humillarte ante el otro.
Retoza conmigo sobre la hierba,
borra el freno de tu garganta.

(...)

Creo que podría retornar y vivir con los animales,
ellos son tan plácidos y autónomos.
Me detengo y los observo largo rato,
ellos no se impacientan ni se lamentan de su situación.
No lloran sus pecados en la oscuridad de un cuarto.
No me fastidian con sus discusiones
sobre sus deberes hacia Dios.
Ninguno está descontento. Ninguno padece la manía de poseer objetos.
Ninguno se arrodilla ante otro,
ni ante los antepasados que vivieron hace milenios.
Ninguno es respetable o desdichado en toda la faz de la tierra.
Así me muestran su relación conmigo
y yo así los acepto.

(...)

No pregunto quien eres,
eso carece de importancia para mi.
No puedes hacer ni ser más que aquello
que yo te inculco.




ME CELEBRO Y ME CANTO A MI MISMO


Me celebro y me canto a mi mismo.
Y lo que yo asuma
tú también habrás de asumir,
pues cada átomo mio es también tuyo.
Vago al azar
e invito a vagar a mi alma.

Vago y me tumbo sobre la tierra,
para contemplar un tallo de hierba.

Mi lengua,
cada molécula de mi sangre
formada por esta tierra y este aire.
Nacido aquí de padres
cuyos padres nacieron aquí
y cuyos padres también aquí nacieron.
A los treinta y siete años de edad,
gozando de perfecta salud,
comienzo,
y espero no detenerme hasta morir.

Que se callen los credos y las escuelas,
que retrocedan un momento,
conscientes de lo que son
y sin olvidarlo nunca.
Me brindo al bien y al mal,
me permito hablar hasta correr peligro.
Naturaleza sin freno,
original energía.


                                                                                        Walt Whitman
                                                                                        Estados Unidos

















No hay comentarios:

Publicar un comentario