martes, 6 de mayo de 2014

EL INVITADO: PEDRO ARTURO ESTRADA. POETA


Pedro Arturo Estrada, Girardota, Colombia 1956.
Es poeta, narrador, promotor cultural y coordinador de talleres literarios.
Cofundador de las revistas poéticas Maya y Fuegos. Por un tiempo fue miembro de la Casa de Poesía Porfirio Barba Jacob.

publicaciones:

Poemas en blanco y negro Editorial Universidad de Antioquia. 1994
Fatum Colección  Autores Antioqueños. 2000
Oscura edad y otros poemas Universidad Nacional de Colombia. 2006
Suma del tiempo Universidad Externado de Colombia 2009

Des/historias 2012
Poemas de Otra/parte 2012
Locus solus 2013

Pedro Arturo Estrada obtuvo el Premio Nacional de Poesía Ciro Mendia 2004

Participó en el Festival Internacional de Poesía de Medellín en los años 1995 y 2005.




http://pedroarturoestradaz.blogspot.com/

                                      POEMAS DE PEDRO ARTURO ESTRADA

Razones de una ausencia 

Llovía mucho, pero no. Más bien se desleía el aire melancólicamente sobre las siete calles de la vida.
¿O era el zapato apretando la articulación, rechinando en la desesperanza? Quizá el olor anticipado del fracaso, la flojedad del músculo existencial. Tal vez la nada, esa perra que siempre nos olisquea el trasero o la amenaza silenciosa de los parques bajo la nube ácida. Pudo haber sido también el recuerdo de vuelta de los malos días, el presagio de un porvenir equivoco, la inmensidad menesterosa de esta ciudad extraña y sin luz suficiente, el bordoneo interior que sube desde las tripas y podría también sustituir las palabras en un momento inesperado. La rabiecita, el frío, el pálpito la oscilación vertiginosa, la presión íntima de oscuros líquidos, el desasosiego, la tosecita tonta, el cansancio de todo. O las ganas de hacerse silla vacía, interrogante mudo, definitivo incumplimiento en un mundo de sombras y una más.

Monólogo del frío

Es la estación donde todo se aprieta entre los ojos y las palabras crujen, congelándose. De este lado del aire algo se eriza, felino entre la niebla.
¿Recuerdas la muchacha que abrigó tu primera desnudez y aún sonríe en tus sueños? ¿Quién tomará hoy por ti el amor que pierdes mientras crees besarla todavía? Cuando vuelves no encuentras ni la calle o la llave, ni la fuerza ni el ánimo para seguir despierto mientras siguen cayéndose los pájaros, reventando en el hielo las ventanas, suicidándose en masa los delfines, sepultándose en niebla las torres y los barcos. Al final es la antigua estación sin orillas de luz o de sonido, el vacío girando en tu cabeza, la fantasmal película de la que eres único espectador y único fantasma. Más el inútil como angustioso intento de abrir puertas al verano que sólo están en tu imaginación.

Locus solus

17

Después no hay más que el suave balbuceo
mientras tomas tu café negro.
Hacer la tarea,
escuchar y callar,
no agregar nada,
no concluir nada.

Hay un momento de cruce,
un tranquilo y frágil instante de vencimiento íntimo.
Admisión de lo otro.
Dimisión serena del yo
bajo el sol frío de noviembre.

Hay una ocultación,
un apagamiento dulce,
que te salva (o te pierde).

-al fin.

Pedro Arturo Estrada
Colombia

2 comentarios:

  1. Muchas gracias. Los poemas han cambiado un poco en la actualidad. Pero como pasa siempre los textos tienden a evolucionar, a depurarse con el tiempo aún después de publicados. Abrazo y saludo cordial.

    Pedro Arturo
    ***

    ResponderEliminar
  2. A vos poeta. Y es cierto los poemas cambian, son como seres vivos, niños que van creciendo.
    Un abrazo Pedro Arturo

    ResponderEliminar