lunes, 2 de febrero de 2015
COTE LAMUS
EDUARDO COTE LAMUS
COLOMBIA
1928-1964
La boca oscura
En cada viento llega una palabra,
igual que cada sueño tiene un nombre;
y el movimiento de la primavera,
con su viaje de vuelta en el otoño,
deja atrás un lenguaje que ella olvida.
Siempre la boca tiene labios nuevos.
Pero siempre es oscura
porque nunca obtiene lo que muda;
el testimonio del tiempo que se va,
no el que se queda.
Un fuego inaugural,
como una estatua que fuese a hablar,
las voces de un metal desconocido de los hombres,
no de la montaña. Y es deber del canto
hermosamente relatar el árbol,
no el que vemos y bajo el cual soñamos,
sino la imagen que se lleva el río.
El designio
A Ernesto Mejía Sánchez
En las páginas solas de algún libro
alguien (seguramente yo)
ha dejado escrita, para luego destruirla,
una palabra: Muerte.
Con amor la fue escribiendo,
con amor la deja como para olvidarla en esa forma,
pero vuelve después sobre las letras.
Como un adolescente que lee un libro
a escondidas, detrás de la familia,
se descubre culpable hasta los huesos:
la misma mano que dejó los signos
se endurece de pronto en la escritura
y el mundo, entonces, ya, de nada sirve.
Eduardo Cote Lamus
Colombia
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