Esta costumbre
de volverme invierno,
llorar hacia dentro
y de morirme.
***
La bruma cubre los rizos
que sobre el agua
deja el barco
mientras se aleja de la bahía
que todavía duerme.
***
La sangre espesa,
dulce,
rueda por el cuello,
baña la almohada, mis manos,
mis labios, mis colmillos.
Tu sangre me recuerda las rosas.
***
La luna dócil, intacta,
bella, triste y bella.
Siempre nocturna
mujer de sombras.
***
Te conozco desde siempre
desde las raíces de la noche.
Recuerdo cuando los gritos cesaron
y se derrumbó la vieja casa
que nunca fue habitada,
entre sus habitaciones vacías
el viento se quedó silbando.
***
Una hoja en blanco me espera,
me juzga,
me reclama;
grita.
Una hoja en blanco
y la luna que atormentada
huye.
***
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