jueves, 10 de octubre de 2013
WILDE
OSCAR WILDE
IRLANDA
1854-1900
Mi voz
En este mundo inquieto,moderno, apresurado,
tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba
tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
y agotada la carga del navío.
Por ello, prematuras, palidecen mis mejillas,
pues el llorar es mi desahogo
y el dolor ha apagado el rosa de mi boca
y la ruina corre las cortinas de mi lecho.
Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
solamente una lira, un laúd,
el encanto sutil del violoncello, la música del mar
que duerme, mímico eco, en su concha marina.
Versión de E. Caracciolo Trejo.
Nueva contrición
El pecado fue mio;
yo no había comprendido.
Así de nuevo la música aprisionada
está en su cueva,
excepto ese lugar donde ola irregular y moribunda
impacienta con sus inquietos remolinos esta magra ribera.
Y en el pozo marchito de esta tierra
el verano ha cavado una tumba tan honda
que apenas puede el plomizo sauce ansiar
una plateada flor de la afilada mano del invierno.
Pero, ¿quién es aquel que por la ribera viene?
Amor, mira y pregúntate ¿quién es ése
que viene con vestidos teñidos desde el Sur?
Es tu nuevo Señor, que besará
las no violadas rosas de tu boca,
y yo he de llorar, he de adorar, como antes.
Versión de E. Caracciolo Trejo
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