domingo, 23 de noviembre de 2014
EL INVITADO: JUAN ANDRÉS GUTIERREZ. POETA
Juan Andrés Gutierrez, licenciado en educación artística, gestor cultural independiente, ha sido publicado en diversas revistas y gacetas culturales y ha participado en varios Encuentros Literarios.
http://juanandresgutierrez.es.tl/
https://www.poeticous.com/juan-andres-gutierrez?locale=es
POEMAS DE JUAN ANDRÉS GUTIERREZ
Tú y tu imagen
no te acerques
no puedo amarte
he creado de ti una imagen tan fina,
un ensueño tan fuerte,
que tu has desaparecido.
Ahora vienes saltando la verja
arrojando calabazas
mientras los esclavos
cortan los racimos de algodón
Vienes de la tumba fría
del silencio engullido
en las bocas de caracoles,
de acometer los tronos,
de vencer a Napoleón,
de esclavizar a japón,
te divierten los canastos pesados
de los hombres,
los sombreros coreanos,
los cometas que traspasan
el cielo y no son divisados
por radares ni ojo humano
Ya no existes,
no trates de robarme tu imagen,
tu presencia,
tu suspiro,
tu sueño,
es lo único que queda
de ti en mi
No trates de robarme,
te he mantenido viva
en una caja de químicos
de transmisores,
de axones y neuronas,
en un mar de ideas,
en un islote Estás tú
Sigues viva,
no vuelvas,
no vengas,
serás como un meteoro
que amenaza la tierra,
alguna de las dos me reclamará.
Tú o tu imagen,
y te prefiero inmortal,
y bella,
estancada en tu joven edad
Paseando por donde quiera,
por el casón,
por la viña ,
viajando
De ti escribo
día a día
algunas veces
has nacido,
has sido reina,
has sido esclava,
has sido amante,
tú en un rincón,
en un vacío vives en mi,
algunas veces has muerto
Pero por hoy
no trates de robarme
tu imagen
es lo único que queda de ti en mi.
Pobre amor
Pobre amor,
la esperanza ahogada en un tonel de lágrimas
que emergen como pompas hacia el vértice de luz,
de pupilas que se abren como una camelia de otoño.
A regañadientes marchan las penas con levitas rosadas
abultadas hombreras y prendedores en forma de
escarabajo,
el bordado de sus arandelas es bordado por hilos rojos
con bucles dorados en cada extremo
los días en que mis penas posaron en negra cabellera,
oscura,más que el carbón y el tiritar de las piedras
en los estanques de arabia.
el rostro blanco, cálido,
las pupilas cuajadas,
el pecho desnudo
y el sudoroso espasmo en la noche lubrica
amor mio, amor, crece, envejece
en las níveas manos de la esfinge están mis penas,
ellas tienen aroma de ajenjo,
perfumadas en alquitrán
pasean como un arlequín
con su boina bufonesca.
¡amor, amor, duerme, duerme!
Juan Andrés Gutierrez
Bogotá
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