PAUL MARIE VERLAINE
FRANCIA
1844-1896
Canción de otoño
Los sollozos más hondos
del violín de otoño
son igual
que una herida en el alma
de congojas extrañas
sin final.
Tembloroso recuerdo
esta huida del tiempo
que se fue.
Evocando el pasado
y los días lejanos
lloraré.
Este viento se lleva
el ayer de tiniebla
que pasó,
una mala borrasca
que levanta hojarasca
como yo.
Tú crees
Tú crees en el ron de café,
en los presagios,
y crees en el juego;
yo no creo más que en tus ojos azules.
Tú crees en los cuentos de hadas,
en los días nefastos
y en los sueños;
yo creo solamente en tus mentiras.
Tú crees en un vago y quimérico Dios
o en un santo especial,
y para curar males en alguna oración.
Más yo creo en las horas azules y rosadas
que tú me procuras
y en voluptuosidades
de hermosas noches blancas.
Y tan profunda es mi fe
y tanto eres tú para mí,
que en todo en lo que yo creo
estás tú.
Paul Verlaine
Francia
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